De cojín a bolso.

Hola amig♥s, antes de irme de vacaciones me hice un bolso veraniego para llevármelo, es este:

Pues ahí donde lo véis es un cojín, sí, sí un cojín. Me rondaba la idea del bolso cuando, haciendo la compra en unos grandes almacenes, se cruzó por delante un cojín de loneta, de 60x60, con ese estampado tan sicodélico y dije  "¡bolso a la vista!".

Busqué una tela de algodón de topitos en lila, que tenía de hace tiempo y ¡manos a la obra! si os fijáis es muy sencillo, redondeas las esquinas de abajo y con el pliegue de arriba, en la mitad ya hace la forma. Eso sí, el forro de dentro hay que cortarlo a la medida de fuera para quede bien.

A que no sabéis ¿ dónde está la parte de la cremallera?

Pués dentro!, no sé si en la foto se llega a apreciar bien, pero me gusta llevar el monedero cerrado en un blosillo interior y se me ocurrió que podría aprovechar la cremallera del propio cojín de esta manera, y la verdad al final quedó bien.

Como me sobró tela hice una funda para las gafas de sol pero se me olvidó hacer foto de ella, otro día os la enseño.

 Espero que os guste, yo lo he disfrutado este verano y como el otoño no asoma la nariz, por mucho que preparemos los libros para el cole, aún lo sigo llevando. Un abrazo.