Cuando en la ecografía de los tres meses nos dijeron que era una niña, fué este el momento de empezar a soñar despierta con decoración de la que sería su habitación.
Siempre he pintado, de modo que lo primero que se me ocurrió fué pintar este cuadro pequeñito con un simpático conejo, pero como no podía de ser de otra manera (esto del patchwork engancha) lo próximo era buscar una tela de conejitos y a ver que inventaba.
Así es como llegaron los conejitos a nuestra casa.
Compré varias telas con conejitos y flores que eran de la misma colección ( no me preguntéis de cuál, porque a tanto no llego) y ¡manos a la obra! cofeccioné mi primer quilt.
Es bastante sencillo, las piezas son cuadradas y sólo lleva el acolchado de las viñetas. Ha sido mi primera creación de "gran formato" ... ja, ja, ja, ... ! como suena parece algo y todo.
Bueno el resultado fue este:
quedó bonito ¿verdad? y las florecitas para sujetarlo quedaron muy bien, gracias a mi marido que como siempre, resulta imprescindible para estos menesteres, y me ayuda a convertir en realidad todo lo que se me pasa por la cabeza.
Lo que más entretenida me tuvo fué el bordado central, que sin tener puntos complicados, me resultó un poco lento de hacer, o quizá es que tenía demasiada prisa por verlo en su habitación.
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Espero que cuando la pequeña Esmeralda crezca le guste tanto como a mí.
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